Y SIGUEN MINTIENDO
Tenemos la clase política más
impresentable del mundo. Ya no nos gana ni la Guinea de Obiang. Esta sí que es
una monarquía bananera, un país de pandereta en el que los más ladrones ganan
las elecciones por mayoría. No lo disimulan y lo dicen a las claras: “Yo me
metí en política pa’ trincar” decía un ministro del PP en un alarde de
franqueza. Y no se salva nadie, ni los unos ni los otros. No seremos
ejemplares, pero tanto castigo no nos merecemos.
Después de la cobarde espantá del de
la ceja, del que decía que no había crisis, que era una desaceleración de la
economía, al que se le agostaron los brotes verdes; llegó Mariano, con la
mentira hecha programa electoral. Se rodeó de un equipo de ineptos, payasos,
sinvergüenzas y vividores de ambos sexos y se echó al monte del expolio, el
latrocinio y el genocidio social. Todo ello con el visto bueno del capital internacional.
Ellos, que son tan patriotas, lamen con fruición las botas alemanas, americanas
o las que les sirvan para justificar la supuesta inevitabilidad de esta desgarradora sangría con la que se
están enriqueciendo a costa de tan generoso reparto de miseria.
La desesperada situación social lleva
a muchas personas al suicidio, como diez diarios, sin que esta tragedia haga a
los responsables la menor mella a la hora de conciliar el sueño. Algo así le
pasó al borbón hace unos meses, cuando en un acto público dijo que el desempleo
juvenil le quitaba el sueño y pocos minutos después echó una cabezadita en
mitad de la ceremonia que presidía. Y ya que citamos al monarca, cada vez es
más numeroso el coro que le pregunta: Porqué no te marchas? Y es que las palabras
actúan como un boomerang, nunca más podrá pedir a nadie que se calle, cuando
cada vez que él abre la boca sube el pan. La caca le salpica por todas partes y
ha optado por esconderse en la madriguera de palacio, porque cada vez que
aparece en público cualquier miembro de la familia real tiene un efecto llamada
a los silbidos y abucheos colectivos.
La única verdad que nos queda es la
necesidad de echarnos a la calle y paralizar el país hasta acabar con esta
banda de delincuentes que ocupa el gobierno, la cita es el 14 de noviembre.