TRABAJAR EN ALEMANIA, DE LO QUE HAYA


Octavio Caraballo


Alemania ha empezado el año con mal pie con una subida de la tasa del paro. Una nefasta noticia para la canciller Angela Merkel, que aspira a seguir al frente de una locomotora que comienza a atascarse después de las elecciones que se celebrarán el próximo otoño. El número de desempleados ha franqueado la barrera de los tres millones, aunque algunos medios, como Frankfurter Allgemeine, se atreven a apuntar que podría ser superior a los cuatro millones. Todo ello, en un país en el que el 20 por ciento de la población activa, unos ocho millones de personas,trabajan en minijobs por los que apenas perciben 400 euros mensuales.
Sea o no una caída coyuntural, el debate sobre el futuro de la economía alemana, especialmente en aquellos lander (estados federales) con las tasas de paro más elevadas, se ha abierto. Una discusión en la que también ha entrado, como un nuevo ingrediente, la creciente inmigración, especialmente de ciudadanos procedentes de los países del sur de Europa más castigados por la recesión, entre ellos España. No es una situación que se aleje mucho de la que vivimos en nuestro país antes de que la crisis se instalase en nuestras vidas a finales de 2007.
La crisis (y ahora también la corrupción) es el asunto que más preocupa en estos momentos a los españoles, pero no hace muchos años uno de los problemas que más nos atormentaba era el creciente flujo de inmigrantes hacia nuestro país. Una parte importante de la población miraba con cierto recelo a los nuevos inquilinos que buscaban desesperadamente en nuestro país lo que se les negaba en el suyo. Embriagados por el subidón de la burbuja inmobiliaria, les molestaba su presencia e, incluso, exigían al Gobierno que actuase con mano dura y deportase a su país a los inmigrantes irregulares, aunque ello supusiese para algunos un billete hacia la muerte.
Las tornas han cambiado en apenas unos años y ahora son los españoles quienes se ven obligados a hacer las maletas para buscar una salida laboral en otro país ante el erial de empleo que existe en España tras el descarrilamiento de un sistema económico sustentado de manera ficticia por una burbuja que en pocos meses pasó de ser nuestro maná a nuestra peor pesadilla.
¿Qué hacemos con el 15% de los jóvenes desempleados de nuestra región?
Félix, uno de los personajes de la escena pública más apreciados en este land en el que viven casi 18 millones de personas, reconoce que el debate ya existe y que seguramente irá ganando en intensidad en la escena política y en los medios de comunicación. "Unos apuestan por cubrir las plazas con especialistas de otros países, mientras que otros creen que primero debemos dar trabajo al 15% de la población joven desocupada de nuestra región. Es una cuestión un poco teórica ya que la migración dentro de la UE no tiene límites y la respuesta la tiene Bruselas. Y nuestro papel es esforzarnos más para lograr una integración más fuerte y no repetir los errores de hace 30 años, apostando esta vez por cursos de integración, que aprendan el alemán, que encuentren un alojamiento decente, etcétera".
La baja natalidad que existe en Alemania, un país que según nos comentan algunos comienza a ser el "geriátrico" de Europa, exige a las autoridades alemanas a poner la vista en otros países para captar aquellos trabajadores que les permitan cubrir los huecos que no pueden ser asumidos por los jóvenes alemanes. Félix apunta, a este respecto, que "la pregunta es si los inmigrantes son la solución a este déficit".
"Los europeos son libres de comprar un billete de tren o venir en coche a trabajar aquí. Es su decisión. El problema es que en Alemania no sabemos cuántos trabajadores necesitamos o si deberíamos buscar antes entre nuestros propios parados o mujeres con bajos ingresos no integradas en el mercado laboral", añade el presidente de la Comisión de Integración.
Y tampoco podemos ir a otras naciones, como a España, y 'robar' a sus trabajadores más especializados. A ello se suma el debate de si Merkel empobrece a estos países con su política y obliga a emigrar a su gente y, en cambio, no hacemos lo suficiente para generar riqueza en esos territorios. Tenemos que hacer lo posible para estabilizar la economía en estos países. A través de la política de Merkel, Alemania ha empeorado su imagen y lo que no se puede hacer es dejar a todo un país en la estacada", concluye el político del SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania).
La paradoja es que en Alemania residen unos 100.000 españoles, pero en España hay contabilizados unos 200.000 alemanes.
Los anuncios aumentan en las redes para trabajar "de lo que sea"
La misma semana que hablamos con Félix se intensifica en las redes sociales la publicación de mensajes de españoles que ansían venir a Alemania ante su difícil situación en nuestro país. 


Entradas populares de este blog

POR QUE QUIEREN DESINFLAR EL CASO BARCENAS EN NUEVE CLAVES

ESTAFADORES DE MEDICARE SE REFUGIAN EN CUBA

RECORRIDO POR LA HABANA